
La agricultura digital está desarrollada con base en la interconexión de máquinas y sistemas para producir bajo las normas de agricultura de precisión. De aquí nacen nuevos conceptos como agricultura 4.0 que consiste en utilizar el análisis de datos digitales para ejecutar tareas con maquinaria agrícola no tripulada y sistemas de decisión autónomos.
Se trata de la irrupción de las tecnologías de información y comunicación que nacieron con la revolución digital y llegaron a la industria agroalimentaria para renovarla, de forma que la eficiencia no se reduzca a producir más, sino a hacerlo con menos recursos.
En el contexto de la agricultura digital, la gestión de datos es fundamental, los volúmenes de información deben ser manejables y controlables. La carrera de la explotación de la información debe ganarle a los avances en cambios climáticos y a la búsqueda por conseguir la seguridad alimentaria.
El nuevo impulso por la agricultura de precisión se observó en 2010, cuando nacieron tecnologías de menor costo adecuadas a sistemas en la nube que podían ser adquiridos por los agricultores. Así nacieron nuevas opciones como:
• Sensores baratos y mejorados
• Microprocesadores de bajo costo
• Comunicación celular de alto ancho de banda
• Sistemas de TIC basados en la nube
• Dispositivos de control inteligentes
¿Cómo se recopilan los datos hoy?
La recopilación de datos es una herramienta indispensable para la trazabilidad del impacto medio ambiental que esta industria genera, para la creación de soluciones y la optimización de recursos.
La información siempre ha constituido un eje fundamental para las acciones de los agricultores y actualmente la forma en la que se tiene acceso a la data es más eficiente que en décadas pasadas. No sólo se trata de más datos, sino de la oportunidad de analizarlos y convertirlos en decisiones estratégicas.
La encuesta realizada por Munich Reinsurance America indica que tres de cada cuatro agricultores utiliza drones para evaluar, controlar y gestionar sus cultivos. Los drones pueden volar hasta 400 hectáreas por día, recopilan imágenes de alta calidad, pueden medir estrés hídrico, vigor en las plantas determinar cambios y hasta identificar de forma anticipada las posibles enfermedades.
La maquinaria guiada por GPS y, en general, el uso combinado de robots y Big Data son parte de una estrategia contra el desperdicio de agua y la mala aplicación de productos agroquímicos.
Control de la información
Debido a la complejidad de la producción agrícola, los múltiples actores involucrados y las diferentes fuentes de información, es necesario la creación de estructuras para la agricultura digital. De esta forma el productor decidirá sobre la “propiedad” de esta información.
Si bien el salto tecnológico que está viviendo el campo es considerable, ya está a la vuelta de la esquina el agro 5.0, con tecnologías que abren la oportunidad a la aplicación de inteligencia artificial, machine learning y una amplia disponibilidad de software cada vez más desarrollado para el sector.